Hoy quiero hablarles sobre un tema fascinante que combina ciencia, bienestar y conciencia: la metilación, la alimentación consciente y su impacto en nuestro sistema nervioso.

¿Qué es la metilación?
La metilación es un proceso bioquímico esencial en nuestro cuerpo, donde un grupo metilo (un átomo de carbono y tres de hidrógeno) se añade a diferentes moléculas. Este proceso es clave para la regulación del ADN, la producción de neurotransmisores, la desintoxicación y muchas otras funciones vitales.

¿Por qué es importante para nuestro sistema nervioso?
La metilación influye directamente en la producción y regulación de neurotransmisores como la serotonina, dopamina y norepinefrina, que son fundamentales para nuestro estado de ánimo, concentración y bienestar emocional. Cuando la metilación funciona correctamente, nuestro sistema nervioso puede mantener un equilibrio saludable.

El papel de la alimentación consciente
Lo que comemos afecta directamente los procesos de metilación. Una alimentación consciente, que incluye alimentos ricos en vitaminas B (como B6, B12 y folato), aminoácidos, y otros nutrientes esenciales, puede apoyar una metilación eficiente. Por ejemplo, verduras de hoja verde, legumbres, nueces y semillas son excelentes opciones para potenciar este proceso.

Consejos para cuidar tu sistema nervioso a través de la alimentación

• Incluye en tu dieta alimentos ricos en vitaminas B y folato.
• Evita el consumo excesivo de alcohol y alimentos procesados que puedan interferir con la metilación.
• Practica la alimentación consciente, prestando atención a cómo y qué comes, disfrutando cada bocado y eligiendo alimentos que nutran tu cuerpo y mente.
• Complementa con técnicas de relajación y mindfulness para reducir el estrés, que también puede afectar la metilación y el sistema nervioso.
  Mantener una buena metilación a través de una alimentación consciente puede ser clave para un sistema nervioso equilibrado y una mejor calidad de vida. Escuchar a tu cuerpo, elegir alimentos nutritivos y practicar la atención plena son pasos sencillos pero poderosos.

¿Cuáles son los métodos de cocción o técnicas para que esto sea más eficiente?

La forma en que cocinamos los alimentos puede marcar una gran diferencia en la conservación de sus nutrientes, especialmente aquellos que apoyan la metilación, como las vitaminas B, folato, aminoácidos y otros nutrientes esenciales. Aquí te comparto las técnicas de cocción más eficientes para aprovechar al máximo estos nutrientes:

Técnicas de cocción que conservan nutrientes:

1. Cocción al vapor: Es una de las mejores opciones para mantener intactos los nutrientes sensibles al calor y al agua, como las vitaminas B y el folato. Solo necesitas una vaporera o una cesta sobre agua hirviendo y cocinar durante unos minutos.
2. Salteado rápido: Cocinar a fuego medio-alto durante poco tiempo, usando poca cantidad de aceite, ayuda a preservar los nutrientes y mantiene la textura crujiente y fresca de las verduras.
3. Horneado o asado a baja temperatura: Permite cocinar lentamente y de manera uniforme, conservando mejor los nutrientes en verduras y legumbres. Además, evita la pérdida por altas temperaturas prolongadas.
4. Cocción en olla a presión: Reduce significativamente el tiempo de cocción, ayudando a mantener vitaminas y minerales que se disuelven en el agua o se destruyen con el calor prolongado.

Técnicas a evitar o usar con moderación:

- Hervido prolongado: Puede hacer que las vitaminas B y el folato se disuelvan en el agua y se pierdan si no se aprovecha esa agua en la preparación.

- Fritura profunda: Aumenta la pérdida de nutrientes y añade grasas no saludables, además de destruir algunos compuestos sensibles al calor.

Consejos adicionales:

• Usa la menor cantidad de agua posible y cocina en tiempos cortos para reducir la pérdida de nutrientes.
• Aprovecha el agua de cocción en sopas o caldos para no desaprovechar los nutrientes que se han disuelto en ella.
• Trata de comer los alimentos en su forma más natural y fresca posible, ya que así conservan mejor sus propiedades nutritivas.